Gallocanta es el hogar de decenas de miles de grullas que nos visitan cada año. No queremos que se construya ese engendro de macrocasino que pondrá en peligro el delicado ecosistema de la laguna. No queremos vuestro sucio dinero. No queremos corruptos, no queremos criminales. Si queréis traernos el macrocasino, será por encima de nuestro cadáver. Turolenses, ¡hoy cenamos en el infierno!